En
comentarios anteriores nos hemos venido refiriendo a cuáles serían los
factores que interrumpirían el avance de estos últimos años (desde el
2003) en distintos campos de la economía nacional. Hemos sostenido y lo seguimos
haciendo que la única razón que puede detener el mencionado proceso derivado en
medidas tales como las destinadas a una mejor distribución de la riqueza,
es un cambio abrupto y por lo tanto considerable, en la composición del
comercio exterior.
Advertimos, previamente, que una simple mirada dirigida a los países
que pudieron avanzar casi sin limitaciones en su desarrollo constante y
progresivo permiten concluir que solo pudieron hacerlo durante las etapas en
que, por razones diversas que omitimos reiterar, fueron aquellos que pudieron
mantener, durante una etapa del desarrollo histórico mundial, un grado o nivel
de predominio que les permitió la conformación de una corriente favorable en
ese comercio, expresada por saldos siempre favorables, es decir, en el lenguaje
actual, obtener mayor cantidad de ingresos de la moneda fuerte que a la
inversa, lo hubieran impedido. En lenguaje más usual, que el monto de los
ingresos por exportaciones fueran superiores a las de egresos por las
importaciones.
Desde este ángulo estaremos
en condiciones de analizar el futuro inmediato de nuestro país en momentos en
que se viene hablando del mantenimiento del modelo desarrollado en estos años
con la advertencia de que esa continuidad debe ser realizada mediante una
adecuada “sintonía fina”, la que podemos definir como la adopción de medidas
que evitando los saltos abruptos permitan, continuada y permanentemente y
aseguren, que todas las decisiones apunten a lograr más igualdad entre todos
los argentinos. Y ya lo hemos reiterado, para nosotros esa mayor igualdad
es la condición primaria y básica para garantizar una mayor libertad.
Las medidas de sintonía
fina no tienen que ocasionarle problemas mayores al gobierno ya que son la
continuidad de los ya realizado; bastará mantener el crecimiento de los
salarios reales impidiendo que la inflación los reduzca, sostener el incremento
de las jubilaciones y pensiones de acuerdo con la ley en vigencia, impedir que
la inflación se escape, mantener la asignación por hijos así como el control
del salario en negro y otras medidas similares ya adoptadas. Sumemos a ello la
construcción de viviendas, rutas y otras obras públicas acordes con el
crecimiento.
La sintonía gruesa,
implicará la realización de otros objetivos entre los cuales se encuentran
algunos que demandarán mayores inversiones y acrecentarán las resistencias;
derivadas y encabezadas casi todas ellas por la extranjerización de la economía
generada durante el lapso de los años 90; que podría llegar a demandar la
estatización de algunos servicios y, como lo demuestra la actualidad, recuperar
para el país fuentes de energía tales como la explotación del petróleo, léase
Repsol –YPY, dado que los niveles de producción actuales aparecen como
insuficientes para acompañar el proceso de crecimiento actual.
Será este un “cuello de
botella” que hay que superar, sin dudarlo, ya que no se trata de soluciones
baratas y menos aún efectivas en el medio plazo, lo que puede significar un
serio deterioro en lo relativo al superávit del comercio internacional
por no poder reducir las importaciones indispensables. Todo ello, además, a
pesar de tener en cuenta que el crecimiento de precios de nuestras
exportaciones de soja y otros cereales obrarán en favor.
Por allí pasa la cosa, el
control de las importaciones innecesarias y lograr la reducción de otras que
siendo indispensables puedan impedirse o reducirse de modo de que el superávit
del comercio internacional nos siga siendo favorable por lo menos hasta el
límite de no impedir el desarrollo de los planes de sintonía gruesa pasando por
el hecho, fundamental, de la decisión de no contraer créditos externos para no
reiterar las desastrosas experiencias del pasado reciente.
En fin, una partida de
ajedrez con bastantes complicaciones pese a lo cual el gobierno estará en
condiciones de superar sin alterar el eje principal de sus planes, pese a lo
cual el camino no será llano sino con una conjunto de obstáculos que
habrá que superar, básicamente las que referimos como variables no controlables
tales como las señaladas, remesas de capitales, falta de producción de las
fuentes energéticas, precios internacionales, intenciones de los grupos
dominantes que no cejarán en su voluntad de recuperación de las porciones de
poder que les han sino quitadas o reducidas, pero todas, ellas insistimos,
pasarán por el resultado positivo o negativo del comercio internacional.
Así lo venimos sosteniendo
desde la famosa crisis del 2008 cuando afirmábamos que el país tenían todas las
herramientas para superarla basadas en la superación ya lograda, de la misma
relación importaciones exportaciones por donde, pasarán, todas las
posibilidades de seguir creciendo con un país que apunta seguir
haciéndolo recobrando niveles de igualdad entre todos sus habitantes-
Por lo menos contará a su
favor con las modificaciones a la Carta Orgánica del Banco Central, razón por
lo cual las derecha le apunta todos sus cañones.
Domingo,
18 de marzo de 2012