LA INJUSTA JUSTICIA
La
gráfica mediante la cual se representa a la Justicia se expresa con una balanza
cuyos platillos al representarla como parejos se encuentran perfectamente
igualados. Pero muchos hechos de la realidad indican que esa representación no
se compadece con el funcionamiento real de la Justicia; los platillos no están
reglados a un mismo nivel, por lo cual la Justicia es en muchos casos
absolutamente parcial y, por lo tanto Injusta.
¿Por qué sucede así? ¿Es posible de evitar? Muy difícilmente, porque
los jueces son antes que jueces también hombres o mujeres de cuya condición no
pueden desprenderse ya que todo ser humano en cualquier actividad o función que
se desempeñe no puede alcanzar sino soluciones relativas y nunca absolutas.
Al ser simplemente un ser
humano conlleva en cada aptitud o
decisión o, en cada juicio y sentencia, su propia historia, pensamientos,
creencias, simpatías o antipatías, origen y posición en la estructura social, e
intereses, sintéticamente un conjunto de factores que conforman lo que podemos
llamar su subjetividad, que juegan al momento de sentenciar contraria o
favorablemente en el análisis de los hechos objetivos.
Por ello y obrando
lógicamente existe la posibilidad de que toda sentencia sea apelada, que otros
jueces de niveles superiores juzguen sobre la corrección de cada sentencia para
confirmarla o cambiarla.
Pero en un mundo en el cual
los intereses tienen una preponderancia capital, es bastante lícito sospechar
que esta causal llegue a ser la principal razón de las sentencias injustas, y
como esos intereses están íntimamente ligados a la posición que dentro de la
estructura social tiene cada uno de sus componentes, esas dos razones sean las
primarias en las decisiones de la justicia.
Para ello, vamos a tomar
algunos ejemplos referidos a actitudes y decisiones de los jueces que nos
permiten sostener que tenemos razón en estos análisis.
Existen muchos ejemplos
pero nos vamos a limitar solo a algunos
en los cuales estas afirmaciones nuestras son más obvias y comprobables
de modo tal de que sumemos adherentes a esta posición y, como lo proponemos al
final, formalicemos una propuesta:
La Ley de Medios
Audiovisuales fue votada por las mayorías del Poder Legislativo conformadas por
representantes de los varios sectores políticos que lo componen. Luego de
algunas intervenciones judiciales solo el art-161 ha quedado en suspenso desde
ya dos años, suspenso originado en la decisión de un juez que otorgó a los
litigantes el derecho de amparo.
La Corte Suprema recomendó
ante los reclamos de los millones de afectados por esa decisión que el juez
debía tomarse un plazo normal o posible dado que la medida de amparo tiene las
características de responder a un grado de transitoriedad muy corto.
Uno de los miembros de la
C.S. en una exposición televisiva manifestó su opinión personal en ese sentido.
Pero, ha pasado un tiempo excesivamente prolongado sin que el juez se haya dado
por enterado y el tema sigue sin resolverse.
Como es un tema en el cual
los intereses en juego son cuantiosos nos permitimos sostener que esta demora
injustificable está basada en los intereses que son afectados.
Otro ejemplo, referido al
mismo grupo de acusados sucede con el problema de Papel Prensa, denunciado como
el desapoderamiento de la empresa del mismo nombre en favor de los propietarios de Clarín y La
Nación, incluyendo en el mismo, prisiones, torturas y amenazas que aterran.
El caso prioritariamente en
un juzgado de la ciudad de La Plata lleva también un tiempo fenomenal sin
resolverse y aún más, estuvo y no sé si está aún sin una jurisdicción
definitiva, es decir, sin un jueza que debe dictar sentencia.
Un segundo caso donde los
intereses afectados son tan fenomenales por lo cual nos permitimos afirmar que
son ellos, esos intereses los que juegan para el silencio también en este tema.
Para terminar dos casos
finales en los cuales está involucrado Macri, el gobernador de la ciudad de
Buenos Aires.
Macri tiene un juicio en el
cual está incluido como participante en los hechos del espionaje a políticos y
ciudadanos de esta ciudad que dado esa condición, legalmente, le hubiera
impedido ser candidato en las recientes
elecciones no obstante las ganó con las orejitas levantadas.
Pero, además del juicio,
pese al prolongado tiempo transcurrido, nadie tiene noticias, con el agregado
que cuando ha sido citado no ha concurrido, y el juez viene aceptando esta
irregularidad que es un alzamiento contra su autoridad, en un juego parecido al
de “cazar ratones” vuelve a citarlo y citarlo recibiendo en respuesta otra
negativa.
Es un tercer ejemplo de que
en este caso también juegan los intereses en la actitud judicial y, además, un
tufillo a la clase social a la cual no se la puede molestar.
Y el último, con el mismo
participante, Macri , cuyo asesor de campaña
Durán Barba acusado de ser el responsable de una campaña sucia en la reciente
contienda electoral con antecedentes similares en la ciudad de Méjico,
siguiendo el ejemplo apoyado por el niño “bien” de su jefe y fuente de sus
recursos, repite la misma práctica, lo cita el juez y no concurre.
CUATRO EJEMPLOS TOMADOS
ENTRE OTROS MUCHOS QUE NOS OBLIGAN EN
NUESTRA CONDICIÓN DE CIUDADANOS BURLADOS
QUE TOMEMOS UNA DECISIÓN.
Propongo la constitución de
una Comisión Popular que con la mayor cantidad posible de firmas
comience actuar para denunciar estos casos y otros, y para dirigirse a
los juzgados en los cuales suceden,para obtener las respuestas a sus
inquietudes que seguramente son las de todos los argentinos, dado que nuestros
derechos están seriamente lesionados ya que vivimos en un país SIN JUSTICIA.
INVITO A TODOS A SUMARSE A
ESTA PATRIADA MANIFESTANDO SUS DESEOS DE PARTICIPACIÓN.
Miércoles,
22 de febrero de 2012
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¿A LOS JUECES SE LES PUEDE INSULTAR
SIN PRUEBAS?
Cada
vez que un juez dicta una sentencia surgen de inmediato diferentes voces que lo
acusan, cuando es contraria a sus intereses y simpatías, de ser parcial,
sobornado, vendido, incorrecto, injusto y otros calificativos mucho más
groseros.
Con algunos de esos jueces se hacen acusaciones directas, con nombre y apellido, en tanto que
en otros casos esos epítetos van dirigidos a la justicia incluyendo a todos los
jueces, sin distinguir a ninguno; por lo cual podemos afirmar que en el país la
justicia es una porquería.
Lo destacable es que ningún
juez en particular ni tampoco las asociaciones de esos magistrados sale en
defensa de los mismos, rechazando esos infundios en tanto no se prueben, y al
no hacerlo, justifican en parte, la veracidad de esas acusaciones.
Por si eso fuera poco, la
Corte Suprema Nacional tampoco se ocupa del asunto dejando que cada uno
supuestamente perjudicado, se queje, dude, acuse y por lo tanto lesione la
denominada majestad del poder judicial, con el agregado de que los jueces al
permanecer en los cargos ad-vitam, pueden llegar a ser si en realidad lo son
genuflexos, serviles, tramposos, vendidos, acomodados, fáciles de influir,
etc., etc., y, por lo tanto, al no haber respuesta ni de parte de los jueces
individualmente, ni de sus asociaciones, ni de parte de la Corte, se permite,
tácitamente, que todos los insultos y dudas sean en principio aceptados por la
opinión púbica haciendo que las dudas se
hagan carne en todos, que al hacerlas propias terminen coincidiendo con ese
juicio que les permite aceptar a todos
que la JUSTICIA ES CIERTAMENTE UNA PORQUERIA.
Y este convencimiento
popular comenzó en el país hace ya muchos años tantos que para probarlo basta
referirnos a los versos del famoso
Martin Fierro, cuando recomienda “hacete amigo del juez, no le des de qué quejarse, que siempre es
bueno tener palenque ande ir a rascarse”.
Nosotros pensamos y
sostenemos que si todos los argentinos tenemos el mismo convencimiento, según
la opinión lógica y absoluta, EL PAÍS NO TIENE JUSTICIA y, como sin justicia no
pude funcionar, el país no funciona.
Cuando llegamos a este
convencimiento DE QUE UN PAÍS SIN JUSTICIA CARECE DE LAS BASES MINIMAS PARA SU
FUNCIONAMIENTO, se deben adoptar medidas
para restablecerla. Y la Corte Suprema debe tomar a su cargo el comienzo de una
solución.
Para ello tomemos algunos
ejemplos recientes referidas a las acusaciones y sospechas contra los jueces y
alguna Cámara, ambas acusaciones pronunciadas en programas televisivos y
replicadas en algunos grandes diarios como CLARIN Y LA NACION.
Uno de esos casos hace
referencia al juez Oyarbide con relación al juicio oral para Macri, el otro por
la eliminación o apartamiento del juez Rafecas y el fiscal Ribolo, ambas
resoluciones acordes con la ley y las costumbres procesales. En el caso Macri
la resolución está avalada por la Cámara por lo cual al juez se le agregan como
sospechosos tres jueces camaristas; en el caso de Cicconi y las acusaciones
contra Boudou, tanto el juez como el fiscal fueron apartados por sus
incorrecciones públicas adoptadas en sus declaraciones y procedimientos, es
decir, separados por razones legales, el juez baboso que comentó con una
periodista temas que no correspondía y además, con un amigo abogado hizo lo
propio, adelantando juicios y posibles alternativas, el fiscal porque facilitó
a Clarín el conocimiento del allanamiento de un departamento, con lo que logró
que varios periodistas y fotógrafos concurrieran al acto que era parte del
secreto del sumario. Pese a ellos, los Morales Sola, los Eliaschev, los Lanatta
y otros más echaron a rodar la ilegalidad de esos apartamientos, pese a lo cual
nadie se animó a apelarlos.
Con estos ejemplos basta y
la Corte tiene en sus manos la adopción de medidas necesarias para solucionar
este tema. Debe dictar una norma legal que toda acusación contra la conducta u
honorabilidad de un juez debe ser efectuada mediante una presentación judicial avalada con el patrimonio del
acusador, caso contrario si no lo hace pero las formula verbalmente por los
medios de comunicación de TV o radios o por escrito en diarios u otros, será
sancionado con una multa altamente dolorosa.
Y esta solución no tiene
nada que ver con la libertad de expresión, ya que esa libertad no puede amparar la mentira o el engaño interesado cuya finalidad es la
destrucción de la Justicia.
Nadie puede, ningún
ciudadano dedicado a cualquier actividad puede, emitir acusaciones falsas sin
sustento, destinadas a socavar el funcionamiento de la Justicia dado que en
realidad apunta al NO FUNCIONAMIENTO DEL PAIS.
Jueves,
24 de mayo de 2012