ANIVERSARIO DE LA CREACION DE LA
BANDERA
Lo
primero a destacar es un hecho muy singular, colateral al tema del aniversario.
Nos referimos a la forma despectiva para con nuestra enseña patria con que se
han referido los personajes de siempre
que pese a la paliza recibida el 23 de octubre pasado no se rinden.
Por lo menos así lo expresan al sangrar por la herida, como suele
decirse en el ambiente futbolero cuando el equipo de sus preferencias perdió
por goleada. Lo lamentable, es que los que así hablan no son los directamente heridos sino sus
amanuenses y alcahuetes que, suponemos, cobran
bien por cumplir con esas
deleznables funciones.
Al referirse a la
prohibición acordada con otros países latinoamericanos para que ninguno deje
amarrar en sus puertos navíos que exhiban como estandarte una bandera de Las Islas Malvinas, lo tratan
como un éxito menor porque “las banderas son solo un trapo que para evadir la
medida restrictiva puede cambiarse por otra, otro trapo, según esas opiniones,
quitándole todo valor al asunto.
Cambiamos el “trapo” y ya
está, HECHA LA LEY HECHA LA TRAMPA, AFIRMAN SONRIENTES. Pretenden otorgarle a
las banderas un papel secundario que por lo tanto puede ser utilizado para
trampear como en una jugada de truco, quitándole toda la importancia y la
significación que ese “trapo” posee para todos los pueblos del mundo y, por lo
tanto, para el nuestro, como símbolo de
la soberanía, como estandarte por el cual en su defensa los portadores mueren
en las batallas, que logran conjugar dado su carácter simbólico las opiniones
de todos los que nacidos en cada pueblo dejan de lado todas sus diferencias menores y mayores que en la vida
cotidiana los enfrentan, para impulsar conductas de unidad totalmente
singulares y sobresalientes.
Quien logra esos efectos
mágicos de lograr la unión de los pueblos para pelear juntos en su defensa,
evidentemente, porque así lo prueba la historia, la bandera, ese trapo de
distintos colores que como tal no significan nada, pero que cuando se inscriben
en una bandera, juntan las cabezas, los cuerpos y los corazones para
defenderlos hasta hacer el sacrificio supremo de ofrendar la vida, aunque no sea
más que para levantarla y sostenerla en alto como signo supremo de que la han
defendido hasta perder la vida.
La bandera es así, la
expresión suprema, el símbolo mayor que en todos los momentos de paz o de guerra nos representa a todos y por eso,
haber impedido su uso en la trampa ejecutada por el invasor imperial, es un
triunfo hecho en paz, pero siempre defensor de la soberanía.
Al festejar los doscientos
años de la creación del TRAPO BICOLOR que es la bandera argentina , como dice
una frase histórica “ nunca atada al carro de ningún triunfador de la tierra”,
sino a los estandartes que San Martin elevó a su máxima gloria al ponerla al servicio de la libertad
de todos los pueblos americanos, le rendimos nuestro más sentido homenaje que
incluye en el mismos a todos aquellos que por defenderla y sostenerla en alto
dieron su vida como la dación máxima que puede hacer un ser humano por el
símbolo que lo representa totalmente.
Al impedir su uso, el de la bandera de un país ficticio,
hemos construido una defensa de nuestra soberanía que implica que sólo bajo la
denominación de Islas Malvinas podrá usarse una bandera que no será otra que la
azul y blanca, a la cual como símbolo unívoco de nuestra soberanía le rendimos
el más profundo homenaje.
¡¡Viva nuestra bandera,
libertadora de pueblos, sostenedora de la paz, gloriosa aún en las derrotas,
justa y generosa en las victorias, símbolo de un pueblo, el nuestro, que ama la
paz y la concordia entre todos los seres humanos!!
Miércoles,
8 de febrero de 2012
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LAS MALVINAS, CAPARROS Y EL BURRO DE
LA NORIA
El
título de este desarrollo que creemos valioso para realizar, con la opinión de
todos, es el producto de haber tenido el pesar de haber oído en la noche del 7
de febrero de 2011, en una entrevista de la TV, canal 11, una insólita,
desorbitada y extravagante opinión de un argentino que posee valiosos premios y
distinciones como escritor, Caparrós, que lo sitúan desde ya, en los verdaderos
enemigos de su propio país, con el agravante de que esas opiniones son solo el
producto de su arrogancia personal, su auto-consideración de superioridad
insultante, de solo su deseo de agraviar, a los solos efectos de destacarse emitiendo ideas y afirmaciones
que nos obliguen a hacer estos comentarios, aun cuando les sean críticos y
desfavorables.
Es, en definitiva una forma de destacarse, se hacerse el notable, de
querer aparecer como diferente, lo que, basado en su arrogancia y estupidez, le
dan patente de distinguido, cuando en realidad, solo le otorgan la condición de
imbécil.
Sintéticamente, y mediante
la utilización de argumentos incorrectos y forzados, el citado papanatas afirmó
que Argentina no posee razones evidentes y objetivas para considerar que las
Malvinas nos pertenecen.
Burro como los burros atados a la Noria, que no advierten que giran en
círculos infinitos y por lo tanto interminables , Caparrós respondió
cumplidamente al medio de información, o mejor dicho de desinformación que bien
le paga, y si no le paga bien es debido a que ese pago forma parte de que lo
exhiban en la pantalla televisiva como un prohombre de la cultura nacional que
puede dictar lecciones de súper dotado elevado a una falsa categoría de hombre
superior, cuando en realidad no puede superar la condición de un pigmeo.
Qué dijo Caparrós:
ignorando las resoluciones dictadas por las Naciones Unidas y el reconocimiento
de todos los países sudamericanos, que los hechos históricos sobre los cuales
funda la Argentina sus reclamos de pertenencia son banales, auto inflados y
hasta falseados, cuya veracidad no supera los argumentos de Inglaterra y hasta
quizás, los de cualquier otro país que hubiera tenido las mismas aptitudes de
apoderamiento.
Ignoró, a sabiendas, que la ocupación de las Malvinas
efectuado por la potencia dominante en el momento en que se produjo, 1833,
obedeció no a un hecho o decisión ocasional, sino un verdadero plan elaborado hacia el futuro,
como hoy lo comprobamos. Porque toda potencia auto proclamada para dominar el
mundo, obra mediante la elaboración de planes a largo plazo, de modo tal de que
el mundo siga el rumbo que esa potencia le dicta, acertando cumplidamente en
sus predicciones. Una potencia con destino de dominio para lo cual tiene que
prever ese futuro tal como lo necesita para seguir al frente, y que cuando por
circunstancias inevitables no pueda ser así, aliarse con la potencia
reemplazante, en este caso Estados Unidos
para continuar juntos una misma acción de dominio.
Así lo demuestran los
hechos actuales en los cuales Inglaterra y su reemplazante EEUU ejercen
acciones de apoderamiento de las zonas con existencias de petróleo, o como en
el caso de las Malvinas del agua del futuro al margen de las dudas actuales de
ser también una reserva natural del mencionado
combustible.
Así actúan al unísono, cada
uno con su poder actual para dominar el mundo del futuro lo que determina que
en tanto las Malvinas sigan incluidas en los planes a largo plazo de ambas
potencias seguirán en manos ajenas, como ya sucedió en 1982.
Este razonamiento de los
anticipos que las potencias realizan a muy largo plazo para continuar en ser
los dueños del mundo, se ejemplifica adecuadamente con el denominado Consenso
de Washington que elaborado desde mucho antes apuntó y lo obtuvo, la reposición
del plan liberal en los años 70, sacando del arcón a personajes como Reagan y
la Dama de Hierro, plan que, afortunadamente, fue derrotado en estos últimos
años por la mayoría de los países sudamericanos, entre los cuales se destacó
Argentina.
¿Quién puede ser tan
estúpido para creer que esos planes para dominar o mejor dicho seguir dominando
el mundo surgen de alguna cabecita aislada que repentinamente los piensa y pone
en marcha?
Caparrós, ignora todos
estos argumentos o lo oculta para sostener su tesis que los transforma en un
idiota útil de la derecha argentina, lo que hace un peligroso defensor de los
enemigos de su propio país al otorgarle ventajas a los países dominantes.
Con el aditamento final de
que recordando viejas simpatías y coincidencias con sus escritos y posiciones
reconocemos en este personaje niveles intelectuales que, ante sus posiciones
actuales, lo hacen mucho, muchísimo más culpable de sus dichos. Y como hizo
EEUU con los residentes japoneses en su país cuando la guerra con Japón, habría
que ponerlo a resguardo para que no formule semejantes argumentaciones.
Miércoles,
8 de febrero de 2012
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EL ANIVERSARIO DE UN CRIMEN
En
el mes de agosto de 1975, tuve la oportunidad de compartir una charla con el
General Viola respondiendo a una convocatoria que me efectuara motivada en sus
deseos de entrevistar a personas que
tenían o habían tenido participaciones en la política nacional; participaciones
que en mi caso, se habían reducido a ser en repetidas oportunidades candidato a
diferentes cargos, desde diputado a senador nacional, así como también a
gobernador por la Pcia. de Santa Fe; demás está agregar que nunca fui elegido para nada, como si no
hubiera ni siquiera salido de la “gatera”.
Recordamos que en agosto de 1975 aún teníamos un gobierno elegido
constitucionalmente encabezado por Isabelita y que el citado general era el
jefe del cuerpo de ejército ubicado en la ciudad de Rosario.
La reunión no fue ni muy
cordial ni tampoco agresiva y durante su desarrollo Viola que daba la
casualidad estaba casado con la hermana de un compañero de mi servicio militar
en Paso de los Libres, de apellido Giorgio, lugar, además, del primer destino
de Viola en su calidad de subteniente recién egresado de la escuela de
oficiales, y también de Videla; razón por la cual tuvimos oportunidad de recordar algunas anécdotas referidas a las maniobras
más extensas y numerosas realizadas por el ejército que a nosotros los
incorporados al servicio nos habían costado una caminata de más de 500 km, la
distancia desde Libres a La Paz- Entre Ríos, a la cual habíamos arribado ya
rotos los zapatones, en zapatillas y también en patas subidos a diferentes
carromatos.
La conversación comenzó
sobre temas de economía con expresiones de Viola, muy enfáticas, en las cuales
puso de manifiesto su adhesión a la economía liberal- quizás adelantándome el
futuro- a lo cual le manifesté mi disconformidad señalándole la necesidad de la
participación del Estado en la economía y de la planificación; por supuesto,
nuestra discordancia fue total.
A continuación comencé a
manifestarle mi convicción de que la situación política y social de la
Argentina iba camino, como por un tubo directo, hacia un nuevo golpe militar.
Dijo sorprenderse de mis anticipos a los
cuales negó posibilidades, totalmente, ante lo cual tuve que aclararle, yo, un
pobre ciudadano, que era solo una idea que no estaba ligada a ningún plan en
desarrollo, y que, por lo tanto, era totalmente inocente de cualquier sospecha;
él lo aceptó, seguramente debido a que como en realidad SI estaba ligado
a un futuro y previsible golpe, tenía conocimientos de quienes participaban y
quiénes no.
Como insistí en mis
anticipaciones le pedí que, aceptando a título de simple “juego” mis sospechas,
diera respuesta a dos inquietudes que
podían también ser denominadas como “solicitudes” de un civil a un jefe militar
que posiblemente tuviera participación en el evento que le anunciaba.
Primero, le dije, que
cuando estén en el gobierno, eventualidad que repito aceptó solo como un juego,
un juego de mesa a los cuales son adictos los militares para analizar las
posibles y remotas guerras reales, que desde el gobierno ustedes conversen y
consulten a todos rompiendo ese hábito de pedirles opiniones a solo a los
coincidentes, por ejemplo que personas como yo con ideas totalmente opuestas a
las suyas como acabamos de ponerlo evidencia, también sean llamados a consultas
e intercambio de ideas.
Viola, levantando los
brazos, enfáticamente, me respondió, “por supuesto”, “yo -o sea él- soy hombre
de consulta permanente, descuéntelo”.
Mi segunda preocupación era
más difícil de poner de manifiesto, pero ya que estaba en el lío pasé a
manifestársela.
Que ustedes en el gobierno
adopten todas las medidas CON LA LEY EN LA MANO. Si resuelven que hay que
condenar a quien comete una infracción que deba ser juzgado, antes hayan
dictado la norma legal y pública que marca el juzgamiento de esa infracción.
En este momento, tuve la
impresión de que había dado en el clavo. Viola, enfáticamente, con un grado o
nivel elevado a la centésima potencia me retrucó NO TENGA NINGUNA DUDA.
Si hubiera respondido a los nuevos anticipos que
vinieron a mi cabeza al ver su reacción, seguramente me hubiera exiliado para
poner distancia con los reales sucesos del futuro inmediato.
Viola, a la semana pasó a
ser el Jefe del Ejército, dejó Rosario y el 24
de marzo de 1976, apenas cinco a seis meses después, miembro de la
primera Junta Militar que desconociendo
todas las normas legales, constitucionales, morales y de piedad humana,
pasó a perseguir, encarcelar, matar y desaparecer a miles de argentinos, de
cualquier edad ,sexo o condición, y además, tirar al Río de la Plata cadáveres o no, a seres humanos,
sin respeto, sin piedad, sin límites a los cuales sus propias creencias
religiosas los obligaban, hasta alcanzar el máximo de su desprecio por la ley
dedicándose al robo de hijos extraídos de los vientres de las madres a las
cuales, al mismo tiempo las torturaban y violaban.
A veces me asusto por el
acierto de mis predicciones formuladas en aquella entrevista ocasional y sin
aparente valor, en la cual se me negaban los planes futuros; Martínez de Hoz y
represión total, para decirlo muy sintéticamente.
Domingo,
25 de marzo de 2012
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HAGAMOS SILENCIO
Se
cumplen 30 años del día nefasto y terrible que los dictadores que ejercían la
totalidad del poder que les permitió durante unos años ser los dueños absolutos
de la vida de todos los argentinos, aún de aquellos que los apoyaron y
colaboraron con ellos, decidieron, para asegurar su permanencia, invadir las
Malvinas, garantizados por el sentimiento profundo conformado por años y años
de nuestra historia, todos estábamos destinados a apoyarlos, y además, aceptar
sus propósitos de permanencia cuasi eterna.
Dos hechos totalmente contradictorios señalan con letras de fuego las contradicciones
de las actitudes de nuestro pueblo para señalar la profunda intensidad de las
disparidades existentes. La enorme concentración popular en Plaza de Mayo
destinada a expresar todas las quejas y dolores acumulados desde 6 años atrás,
disparidad que el régimen respondiendo a su propia razón de ser reprimió
ferozmente, y la concentración del día siguiente, el 2 de abril de 1982 para
responder y apoyar la decisiva medida adoptada de invadir las Islas Malvinas.
Una clara dicotomía de dos
reacciones encontradas, esa actitud de
protesta airada y apoyo popular que la dictadura aprovechó para la exaltación
de sus criticados dirigentes.
Castigo, persecución,
represión y muerte el 30 de marzo y gritos y aplausos fervorosos el día siguiente, en un aquelarre
confuso y apasionante como consecuencia de lo cual todo terminó en una
confusión tremenda que duró hasta apenas dos meses después, cuando la derrota
en la guerra permitió que las mentes y pasiones de cada ciudadano fuera
recobrando su equilibrio y agregando a la derrota en la guerra que eligiera
determinar también la derrota de la dictadura en la paz y recomenzáramos todos
unidos el camino hacia la democracia.
La brecha abierta por la conjura de represión y
vítores fue abriéndose impulsada con toda la violencia contenida hasta que la
ciudadanía rompiera los diques ahora frágiles de los represores e impusiera su
voluntad de liberarse de las cadenas que la sofocaban.
Por unos instantes, todos
los muertos y desaparecidos recobraron sus vidas así como también las acaecidas
en las tierras malvinenses y en los mares cercanos, y uniéndose a los aún vivos
celebráramos la alegría del triunfo final.
Ya pasados 30 años de aquél controvertido
episodio que unió a los represores con sus víctimas transitoriamente, la
realidad actual nos indica que los reclamos por esas islas irredentas siguen
tan fuertes como siempre y que el impulso de tratar de recuperarlas ha tomado
el definitivo camino de la paz y que por ello de aquellos dos actos recordados
sucedidos en días sucesivos, superado el dolor del primero y vigente la pasión
del segundo, debemos rendirle un total homenaje a todos aquellos que dieron sus
vidas por las dos causas, el de vencer a la criminal dictadura y los que
ofrecieron las suyas en las Islas Malvinas.
Por eso, para conmemorar
ambos hechos, nefasto el primero y pleno de heroísmos el segundo, proponemos en
homenaje a todos ellos la efectivización de un SILENCIO TOTAL para recordarlos
desde hoy y para siempre jamás.
Lunes, 2
de abril de 2012
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PREGUNTAS SIN RESPUESTA
Hemos
tomado el artículo publicado en su edición de hoy (6/5/2012) por Pagina 12,
reiterando el título del mismo, y un comentario preliminar efectuado por su
autor, el periodista Horacio Verbitsky mediante el cual sintetiza su opinión al
calificar el documento descubierto en el Archivo del Episcopado Argentino, de
“sobrecogedor”.
En el citado artículo se dice que en ese documento secreto se
cuenta la actitud de las Fuerzas Armadas con respecto a los asesinados por la
dictadura a los cuales, por conveniencia, se decidió darle la calificación de
desaparecidos, explicación mediante la cual el ex general Videla le relató a
tres obispos las razones del ocultamiento de que a las arrojados al Río de La
Plata y otros torturados y finalmente muertos por los más diferentes
mecanismos, que según el citado asesino sumaron más o menos 8000/9000
ciudadanos y creencias políticas y políticas, quizás hasta de sus preferencias
por uno u otro club de futbol, y que en realidad sumaron alrededor de 50.000.
En realidad esta noticia no
agrega nada al conocimiento de la opinión pública nacional y menos aún en boca
del asesino Videla pero si en cuanto al grado de conocimiento de la jerarquía
de la Iglesia Católica Argentina y sus íntimas relaciones mantenidas durante todo
el proceso con los representantes de la dictadura, y el momento en el que
tuvieron total conocimiento del tratamiento dado al conjunto de militantes que
pagaron con su vida su capacidad de enfrentamiento, ya que el citado documento
está fechado según el diario Clarín, informado por este diario en una reunión a
la que fueran invitados los miembros de la denominada Conferencia Episcopal, o
sea el 10 de abril de 1978. Es decir, casi en la mitad de la duración de la
dictadura.
O sea, la Iglesia Católica,
en conocimiento de semejante aberración practicada por las fuerzas armas en vez
de hacer pública esa “sobrecogedora” comunicación de la cual, al aceptar el
secreto del cual pasaban a participar los hacía cómplices, generando en todos
nosotros el convencimiento de su participación en el maldito proceso, una
participación de primer nivel, con el agregado de que aún en estos días recién
y por confesión del propio Videla tomamos conocimiento que para evitarse
problemas derivados de la reacción de la opinión pública a los asesinados se
decidió llamarlos desaparecidos. Permitiendo, como cruel corolario, que las
madres de tantas víctimas recién ahora deban aceptar que sus hijos están
muertos y no desaparecidos, al margen de que ese convencimiento ya era carne en
todos sus sangrantes corazones.
Como resultado de este
análisis se nos ocurre pensar y sostener que en realidad entre Fuerzas Armadas
e Iglesia Católica se puso en marcha una institución ilegal e ilícita que
podemos asimilar como una NUEVA INQUISICIÓN que durante varios siglos condenó
con torturas previas a miles de ciudadanos de todos los sexos y edades y
creencias a ser asesinados mediante su quemazón, en este caso, públicamente, a
todos aquellos que eran denunciados por herejes por el mero informe de cualquier
otro, sin pruebas de ninguna naturaleza, como por otra parte también en forma
similar mató la dictadura sin juicios y sin pruebas, al margen de la delación.
Similitud sobrecogedora,
tremenda, que nos produce a todos, esta actitud de la Iglesia Católica que
resultó, según lo que se nos informa, cómplice en la puesta en marcha de esta
NUEVA INQUISICIÓN, que por otra parte aún no se ha arrepentido públicamente de
todos sus crímenes, salvo el caso muy reciente de haber perdonado a Galileo
luego de algunos siglos posteriores, pero no de Bruno Genta y otros, tan
desconocidos como los DESAPARECIDOS, todos tan muertos por torturas y
asesinatos de Dictadura e Inquisición.
Domingo,
6 de mayo de 2012
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LOS ACIERTOS Y ERRORES DEL MARXISMO
Hasta
la aparición del sistema económico del capitalismo, la composición de las
clases sociales obedecía a una clasificación muy simplista y real; una de ellas
era conformada por un sector poseedor de todas las riquezas habidas y todas las
manifestaciones de los poderes de los gobiernos, con la aceptación
general de que el origen de reyes prevenía de la voluntad de Dios y, otra, la
que hoy denominamos como pueblo que habían pasado desde su condición de
esclavos, a siervos de la gleba para constituir la totalidad de los miserables
del mundo, sin derechos de ninguna naturaleza, hambrientos, derrapados y
desposeídos y ,además, sujetos a las falsas afirmaciones de la Iglesia Católica
que bajo las promesas de un mundo mejor después de la muerte los inducía a aceptar
mansamente los sufrimientos de sus miserable condición humana.
Luego, cuando apareció el capitalismo esa estrecha división dicotómica
compuesta por esas dos clases sociales, dueños de todo y desposeídos de todo,
apareció una nueva clasificación la que pasa a ser la de empresarios y obreros
la que aún tiene vigencia en nuestros días, pero con la actual complicación de
que surgió otra clase intermedia llamada clase media y a su vez la clase
trabajadora comenzó a dividirse en razón de que aun sujetos al mismo régimen de
explotación del capital las diferentes manifestaciones de los diferentes
trabajos no fabriles dieron lugar a una clase trabajadora sujeta al mismo nivel
de explotación, pero con diversas ubicaciones, por ejemplo, los de los
crecientes servicios los cuales reciben otra denominación, por ejemplo,
empleados, con el agravante de que muchos de los cuales rechazan y auto niegan
que en realidad y a pesar de recibir similar grado de explotación, se animan a
denominarse como integrantes de una clase media inferior.
Sintéticamente podríamos
asegurar que las diferentes clases sociales existentes en la actualidad
serían, los empresarios o sector dominante, la clase media superior, la clase
media inferior, la clase trabajadora cuyas características pueden considerarse
como una manifestación más transferible en el tiempo y por tanto más
identificable.
Ahora bien, si con un grado
de aceptación general en esta breve descripción histórica podemos aceptar que
cuando Carlos Marx analizó la composición de las clases sociales en el siglo 19
consideró como el sujeto revolucionario a la que en estos momentos estaba
constituida por la clase obrera, es decir, al sector humano que se desempeñaba
en los talleres y fábricas y en las explotaciones mineras y otras similares,
estuvo acertado en su elección, pero no así en la proyección de la futura
composición de la clase explotada que a pesar de ello obedecería a otra
ubicación en la composición social.
Así y a medida que fueron
avanzando las cosas, ese sujeto revolucionario según la proposición de Marx no
obedeció a posteriori con la homogeneidad supuesta por lo dicho, pero
además, dadas las diferentes condiciones de ese compuesto social conformado por
los trabajadores, sufrió las consecuencias de que en el grupo existían otras
enormes fisuras, una la de los trabajadores de cuello duro vigentes en los
países de mayor desarrollo y el resto de los países pobres que eran explotados
por los países imperiales; ventajas de esa explotación de las cuales se
beneficiaban los trabajadores de cuello duro conjuntamente con los sectores
dominantes de sus propios países. Claramente, no había ni hay
homogeneidad entre unos y otros y aquella proclama del manifiesto del 48
¡trabajadores del mundo, uníos! resultó muy difícil sino imposible de hacerse
realidad.
Podemos señalar otro
aspecto de este aspecto dicotómico del comportamiento de la clase trabajadora
que permite analizarla desde otro punto de vista, el de la clase a la que
pertenece en un momento dado y el deseo de cambiar de estado, es decir, de
clase, un impulso sicológico innegable en cada ser humano de cambiar su
situación actual a otra considerada más elevada en el contexto social.
Por eso y y considerando
los otros aspectos del pensamiento marxista tales como la plusvalía, las causales
históricas de la acumulación del capital imputadas al trabajo, el materialismo
histórico , las razones culturales que gobiernan la formación arbitraria de la
conciencia humana como ser los aspectos religiosos, consideramos que el
no acierto del que acusamos a Marx al llamar e impulsar como al sujeto
revolucionario a los obreros del siglo 19, error ante la imposibilidad
humana de prever el mundo del futuro, hay que retomarlo concitando en el
carácter de sujeto revolucionario a todos los sectores sociales sujetos a
obvios niveles de explotación por parte de los dueños del mundo que bajo el
lema ¡explotados del mundo, uníos! Impulsen a la formación de sociedades más
justas, iguales y por lo tanto libres.
Martes,
10 de julio de 2012