En momentos en que el
tema de los subsidios se ha tornado un tema de actualidad, conviene
aclarar algunos conceptos de las relaciones que deben existir y que por
conocimientos propios dudamos que existan entre los Costos, los Subsidios y las
Tarifas.
Quiero referirme a un solo ejemplo y también a un solo ítem de los
costos del transporte urbano de la ciudad de Rosario, impuesto por un reducido
voto de los concejales 10 contra una oposición de 8 votos, concejales del FPV
no todos, a los cuales tuve oportunidad de asesorar al respecto.
En el costo del transporte urbano existe un rubro el de los conductores
que influye entre un 45 al 50% en el costo total.
Veamos cómo se calcula y cómo se ha calculado en la reciente
elaboración de los costos del transporte urbano en Rosario:
Se estima que debiendo funcionar un bus 365 días al año durante un
turno de 8 horas, turno que se elige con respecto a un horario de gran
intensidad, para manejar ese bus, se requiere un conductor y además otro
conductor adicional para que reemplace al primero, en sus ausencias por
vacaciones, enfermedades probadas, feriados pagos y otros de menor cuantía que
las normas legales fijan.
Esta relación se inició, según pedido de las propias entidades
patronales en 1,43 o sea un conductor más una parte de otro fijada en 0,43. o
sea 255 días a cargo del conducto y 110 días a cargo de su suplente.
La suma de las remuneraciones de ambos con sus respectivas horas
extras y leyes sociales pasaban a constituir el numerador para la fijación de
la incidencia del costo-conductor.
Pasado un tiempo, las autoridades modificaron esa relación llevándola
a 1,578 con similar razonamiento anterior, la relación quedó así en 231
días y en 134 días.
Pero, en el último cálculo, ¿por obra y gracia de qué
razonamiento la relación antedicha se elevó a 2,64, o sea la incongruencia de
un conductor que se duplica como si manejara con un copiloto o más
aún no manejara un solo día?
Las consecuencias son obvias, la incidencia del costo conductor en los
costos se ha incrementado hasta límites absurdos.
Por lo demás, advirtamos que desde hace alrededor de 15 años funciona
la tarjeta magnética lo que produjo la reducción del ausentismo por
enfermedad, que en París por las mismas razones se redujo en un 40%., en tanto
aquí ha funcionado a la inversa.
Este solo ejemplo que podemos ampliar con respecto a otros rubros
certifican en forma absoluta la veracidad de nuestras afirmaciones, o sea, que
los costos están totalmente exagerados lo que nos lleva al segundo tema, el de
los subsidios, los que solo se justifican cuando se aplican sobre costos
correctos y no exagerados, ya que en este caso constituyen un beneficio
adicional para las empresas.
Quedamos a disposición de todos los interesados para aclarar con
respecto a la siguiente conclusión: los subsidios solo corresponden ser
aplicados cuando los costos reales son correctos, al margen de sobre qué
sectores se aplican.
Lunes, 5
de diciembre de 2011