Un
cuñado mío, lógicamente un hermano de mi esposa, cuyos pensamientos políticos
se orientaban teniendo por límites la derecha y se dirigían en todos los casos
a partir de allí hacia más derecha, a tal punto podía pensarse sin temor
a equívocos que era un humano unilateral, tanto física como pensante, que
debo reconocerlo era también un “buen tipo” cuando lo analizábamos con mucha
buena voluntad exagerada por el vínculo, expresaba la siguiente conclusión,
”negros y por lo tanto pobres siempre van a existir”.
Afirmación que rechazábamos enfáticamente con toda la vehemencia de
aquellos tiempos durante los cuales cursábamos la escuela secundaria, nosotros
que, a diferencia de él, veíamos la realidad a partir del límite de la
izquierda y hacia allí teníamos puestos nuestros corazones, nuestro accionar y
nuestros cerebros, y lo seguimos teniendo.
Pasados los años aprendimos
que la forma de pensar de nuestro pariente no eran exclusivas sino que también
eran sostenidas por un conjunto numeroso de nuestros conciudadanos que, además
de pensarlas las transformaban en su accionar social para hacer de ellas parte
constitutivas y centrales del funcionamiento de la sociedad; que a partir de
esas conclusiones se asegurara que esa es la realidad y que, con su apoyo, esa
es la única posible, convencidos de que los que la negamos pasamos a ser
personajes insociables, terroristas o cuasi terroristas por lo cual si algún
poder, natural o de gobierno, nos elimina , lejos de lamentarlo el resto
debería ponerse contento.
Aprendimos así que aquél
pensamiento referido a los “negros incapaces de trabajar por decisión propia,
pobres y hambrientos, que viven en casas de techos de madera o de cartón
comiendo poco y mal” de lo cual ninguna responsabilidad tiene el resto social,
no era exclusivo de aquél pariente ya fallecido sino que pertenece a un grupo
social compacto que, además, está decidido a apoyar cualquier maniobra por
parte de cualquiera que le garantice que esta situación no se modifique. Que el
statu quo no cambie, que la “democracia” solo sirva para que todo siga igual,
como dijo el conocido noble italiano.
Y analizadas así las
cosas permite explicarnos del porqué de algunas reacciones de violencia y de
insultos, de amenazas, de mentiras y de maniobras mediante las cuales,
denostando a los “negros” que lo somos todos, para impedir que la Argentina
siga progresando en una ruta diferente iniciada hace 10 años que concluya en
una sociedad diferente en la cual los “negros” puedan comer, vestirse,
estudiar, tener un techo y demás satisfacciones de la vida moderna, una
sociedad más igualitaria y por ello libre, escapando a ese futuro cruel y
permanente al que la derecha quiere asignarles como irreductible y definitivo.
Por eso, ese grupo social
que come, duerme, pasea, viaja y junta dinero en pesos y en DOLARES , a cada
paso de los días cuando comprueba su incapacidad para imponer sus visiones y
pretensiones protesta, lo hace con insultos y agresiones, con ODIO Y RENCOR,
TRATANDO DE DESQUITARSE CON ADJETIVOS QUE LO EXPRESEN, LLAMANDO A LA PRESIDENTA
“LA YEGUA”, “LA VIUDA”, “LOS CHORROS”, ”LOS DICTADORES” y otros más, con golpes
e impedimentos para que los cuerpos legislativos no funcionen, ocultando de esa
forma su derrota y mordiéndose la cola se quedan soñando con reconquistar sus
poderes y dominios mediante algún ilusorio golpe de estado.
Domingo,
3 de junio de 2012