Hace
unos días un numeroso grupo de periodistas algunos y otros colados para hacer
número, pertenecientes a los medios de difusión televisivos, radiales y
periodísticos, convocados por el nuevo líder de las posiciones anti
oficialistas, el gordito Lanatta, cada día más gordito dado que ahora come y
bien, y por otra parte más soberbio y sobrador, similar a las sonrisitas del
senador Morales, jujeño de la UCR, se reunieron para expresar sus reclamos
basados en sus derechos a preguntar al gobierno nacional o a otros de los
representantes, para estar informados, basados en los “sagrados principios“ de
la libertad de expresión y de prensa.
Cuando el mencionado gordito les preguntó con respecto a que pregunta
deseaban hacer al gobierno (entiéndase: a la Presidenta), todos mostraron la
“pata de la sota”, demostrando que en cada pregunta iba incluida una afirmación
de escasa substancia, similar a la que escriben y recitan todos los días como
VERDADES ABSOLUTAS CONSAGRADAS SOLO POR ELLOS MISMOS, SIN BASAMENTO ALGUNOS EN
CASI TODOS LOS CASOS.
Es decir, demostraron
fehacientemente que no quieren preguntar sino JUZGAR, sin apelaciones de
ninguna instancia ni naturaleza, para luego regresar a sus medios de expresión,
declarando su victoria total, y al margen del resultado real de sus
indagaciones. La conclusión en todos los casos sería algo así como cuando un
detenido recibe la orden policial que le dice, sin réplica, MARCHE PRESO.
Tienen tan metidas en sus
cerebros y conductas las órdenes de los mandamases que ni siquiera tuvieron la
inteligencia de disimular sus reales intenciones destinadas exclusivamente al
complimiento de esos mandatos, que no pudieron evitar decir cuáles son sus
intenciones reales destinadas a cumplir, y lo demás, perdidas sus autoestimas
que tiraron al tacho de la basura, era cumplir como simples escribas y esclavos
de sus mandatos.
Pero como cada afirmación
debe probarse con ejemplos, tomemos uno del día 17/05/12, publicado en el
diario Clarín con la pluma de Julio Blanck, quien fuera uno de los concurrentes
a la farsa organizada por Lanatta.
Bajo el título “La vida
está llena de casualidad, lo mismo que la justicia federal”, nos dice que el
juez Lijo está apretado contra la pared conminado a sacar del medio al fiscal
Rívolo que había tenido la peregrina idea de investigar, sin prisa pero sin
pausa, a Amado Boudou, en el caso Ciccone.
Afirma que, hasta que
apareció una oportuna denuncia por enriquecimiento ilícito contra el mencionado
Boudou, ya que la consecuencia fue que Lijo decidió unir ambas causas lo
que le permitió eliminar a Rivolo. Lo que no dice el mentiroso de Blanck es que
la nueva acusación partió del mismo sector de la primera, es decir de la
terrible oposición, con lo cual si esas fueron las consecuencias la culpa la
tienen los del mismo sector de Blanck que no advirtieron que metían la pata.
¿Y porqué el juez Lijo se
encontraría contra la pared?: EXCLUSIVAMENTE PORQUE LO AFIRMA EL MENTIROSO
BLANCK, INVENTANDO UNA INCOMODIDAD QUE EL JUEZ NO TIENE.
¿De dónde saca Blanck que
el Juez se encontraba contra la pared por el tema Rívolo? De su propia,
exclusiva y torcida opinión, de un supuesto totalmente arbitrario mediante el
cual no pregunta sino que Juzga con total parcialidad el estado anímico del
Juez. Otra MENTIRA.
Luego sigue inventando. El
juez Rafecas fue sacado de circulación debido a que allanó el departamento
alquilado de Boudou, cuando es totalmente falsa esa afirmación ya que el juez
Rafecas fue sacado de la causa debido a que por una imprudencia no explicada
permitió que al allanamiento concurriera un numeroso grupo periodistas y
fotógrafos de Clarín, algunos apostados desde la noche anterior, y esto en un
tema que era secreto de la causa, y además, comprometió opinión con un “amigo”
y para más, posiblemente por la única razón que un hombre, todos los hombres,
nos ponemos pavos frente a una mujer, periodista o no, que nos mira con
ojos atentos y hasta dulces, nos muestra su sonrisa y quizás también muestra un
poco de sus rodillas, y caemos en la tentación de felicitarla por su entrevista
en la cual le comentó tres alternativas para enfrentar la posible solución.
Claro que Rafecas perdió la
titularidad, pero no por las “oscuras razones” que insinúa Blanck sino un poco
por boquiabierto y otro por hombre tonto. Cometidas esas dos imprudencias no
podía, de acuerdo totalmente con las normas legales, seguir siendo el juez del
caso.
Luego, pone en boca del
juez Lijo, las siguientes palabras: “que no veía otro camino que es el de sacar
al fiscal Rivolo del caso aunque ello le valiera una condena segura de la
opinión pública y, además que por su congoja dejó plantados a sus amigos en la
platea de Boca”.
La conclusión de Blanck
basada en esos inventos arbitrarios, falsos, irrelevantes, prejuiciosos y
ofensivos para el juez Lijo, lejos de demostrar su respeto ante la ley y los
jueces, pone de manifiesto hasta qué extremos están dispuestos a llegar estos
supuestos PREGUNTONES que dictan sentencias antes de que la justicia se
exprese, y cuando así lo hace, será una justicia proba o coimeada por el poder
oficial según sentencia a favor o en contra de los espurios intereses que desde
las sombras dirigen a esos conjuntos de escribas, parlancheros o televisivos,
como si fueran simples títeres, que no resistirían responder por sus conductas
y opiniones ante un tribunal imparcial adherido a la verdad de todas las
afirmaciones.
Para avalar la posible
conducta del fiscal Rivolo debemos recordar que La Nación, el diario socio de
Clarín, además del crimen cometido junto con la dictadura militar en el caso de
Papel Prensa, le dedicó al fiscal Rívolo media página, sí, media página,
cuando, elegido fiscal de la causa Ciccone, regresó al País para abocarse a la
misma, poniendo de relieve su condición de ex-deportista en su condición de
futbolista y rugbier, que seguramente mordería con todas sus ganas para probar
la culpabilidad de Boudou.
“Dime con quién andas y te
diré quién eres” dice un sabio refrán, a lo que agregamos finalmente que se
debe aceptar el derecho a preguntar pero no a juzgar, mentir, macanear, como lo
acabamos de demostrar en los párrafos anteriores.
Jueves,
17 de mayo de 2012