Así
como todos los argentinos sentimos hasta una aguda repulsión de tener que pagar
impuestos, y esa reacción aumenta según que la suma determinada por las
leyes está en proporción directa con el monto de riquezas que cada uno posee,
así también al momento de tener que reflejar en nuestra actuación productiva,
sea industrial, comercial, agraria y de servicios, nos aparece la inclinación a
disminuir los resultados, que la realidad indica con el término de “ganancias”
o “utilidades” para que al ser menores nos favorezca con reducciones en
nuestras obligaciones fiscales.
Hay un ejemplo clásico de esta conducta reflejada en el hecho de tener
personal dependiente no registrado legalmente, llamado “trabajo en negro” que
nos permite abaratar el costo laboral, así como también realizamos ventas “en
negro” que al registrarlas nos permite impedir la realidad, permitiéndonos no
tener que abonar los impuestos derivados de las mismas y ganar más.
Estas conductas, así como
otras similares, nos permiten satisfacer mediante engaños y falsedades aquella
sensación de repulsión para darnos mayores alegrías y satisfacciones ocultas,
que solo hacemos públicas cuando nos reunimos con otros amigos pícaros que
obran con similar conducta, una conducta repudiable que no nos ocasiona
problemas de conciencia por ese comportamiento absolutamente antisocial, sin
necesidad de mayores explicaciones para justificar el por qué la calificamos
así.
Todos los que actuamos de
esta manera y tantas otras similares tenemos, no obstante, un recurso
salvador que nos permite justificarnos y dormir tranquilos: acusamos al
gobierno y de demás autoridades de “chorros”, a todos los políticos de ultra
chorros, y con esos argumentos nos damos por satisfechos, aplicándonos a
nosotros el calificativo de simples y cuasi inocentes CHORRITOS.
A veces sentimos algún
remordimiento y sabiendo que nuestra conducta antisocial perjudica a todos
aquellos que resultan víctimas de nuestro comportamiento y como resultado de
ello muchos tienen hambre insatisfecha, duermen a la intemperie, no conocen los
zapatos y se cubren con diarios, pasamos a una conducta diferente, claro que
solo ocasional, y entregamos una moneda menor en las manos de un niño, y
sanseacabó, nos damos por totalmente satisfechos.
Con un agregado final, una
declaración altisonante con la cual pretendemos cubrirnos tomando un solemne
compromiso, sagrado como si fuera un juramento ante la Biblia ante la cual no
podemos mentir, so pena de perder la oportunidad de acceder al Paraíso para
toda la eternidad que aparenta ser muy larga, y afirmamos: CUANDO TODOS PAGUEN
YO O NOSOTROS TAMBIÉN PAGAREMOS.
Luego de esta síntesis
mediante la cual hemos señalado el comportamiento generalizado en el cual cada
argentino con capacidad económica para hacerlo, reniega de sus obligaciones
fiscales y utiliza los más diversos medios para auto excluirse, señalemos
a los que teniendo más son los reticentes a pagar impuestos, entre los cuales
vamos a destacar a dos sectores sociales, uno el de los propietarios o
explotadores de las tierras y el otro el de los grandes productores y
comerciantes, que además cuentan para hacerlo con colaboradores profesionales
que les brindan el asesoramiento necesario destinado a evitar que los
descubran.
En relación al sector
agrario sobre el cual pesa la acusación emitida por el propio Adam Smith
creador de la economía clásica o liberal, cuando en su libro La Riqueza de las
Naciones publicado en 1776, nos advierte que es este sector el más resistente a
cualquier regulación por parte del Estado, acusación hoy día largamente
justificada dado que luego de casi 240 años siguen con la misma actitud que
recientemente en el año 2008 los llevó a intentar el derrocamiento del gobierno
aún sin apoyo de las fuerzas armadas a las cuales acompañaron en todos los
golpes de Estado, podemos demostrar con datos estadísticos comprobables que su
resistencia a pagar impuesto está en relación directamente proporcional con las
fortunas acaparadas en estos últimos años, con hectáreas que pasaron de
1000/2000 dólares a 10000/20000 de la misma moneda, transformándolos en nuevos
millonarios, con valores de venta del producto mágico soja que superan los 600
dólares la tonelada. Y que pese a todo, en la Pcia. de Santa Fe su
participación en la recaudación fiscal desde 1991 a 2011 ha bajado del 19% al
6%, que en la actualidad en el último año han contribuido con solo 200 millones
de pesos que sobre las 143.000 partidas que ocultan a los propietarios
múltiples señalan que han abonado la irrisoria relación de 1398 pesos promedio
por partida lo que significa NADA con relación al valor señalado por Ha.
Si en las actividades
agrarias las posibilidades de localizar sus poderes económicos ya es difícil,
es más complejo analizar los falsos resultados de aquellos otros que amparados
en sociedades dedicadas a la producción o al comercio de productos múltiples y
también a los servicios, expresan los resultados anuales mediante la emisión de
balances certificados por empresas de autoría de renombre mundial,
balances que mirados con la lupa que busca falsedades en esas datos confirmados
por firmas prestigiosas, como sucedió hace unos años en los Estados Unidos,
demuestran que mediante argucias contables pueden ser falseados sus declarados
beneficios, argucias que pueden ser amparadas en resoluciones dictadas por los
órganos directivos de los profesionales que incurren en su utilización.
La contabilidad por partida
doble que tiene su origen allá por los comienzos del año 1400 tiene todo el
respeto y la aceptación de todos los que la consideran un método perfecto para
registrar los movimientos habidos en los patrimonios de las personas y de las
sociedades, a tal punto que, en principio, basta que los números cuadren
manteniendo las igualdades entre débitos y créditos para que todos acepten los
resultados sin chistar.
Claro que bajo esa aparente
verdad se ocultan algunas realidades que demuestran que esa verdad es solo
aparente y que pese a la igualdad de los números producto de que según la
partida doble toda salida tiene una entrada de igual valor numérico, e
inversamente, toda entrada tiene una salida con números iguales, puede ocultar
un conjunto de maniobras que permiten aseverar que con esta metodología también
se puede engañar, falsear resultados, ocultar beneficios, aumentar pérdidas, es
decir, en resumen, que a pesar de las expresiones contables y sus verdades
supuestas ello no garantiza que las mismas se correspondan con la real realidad.
Para probar la veracidad de
estas aseveraciones daremos algunos ejemplos que la contabilidad puede mentir y
miente, que los resultados no son tales y como consecuencia se puede demostrar
que las responsabilidades de cumplimiento fiscal, tanto personales como
sociales no están en correlación con la verdad de los hechos:
1.- CONTABILIZAR COMO
GASTOS LOS QUE EN REALIDAD SON MEJORAS SOBRE MÁQUINAS O INSTALACIONES.
2.-EN EMPRESAS DE
PRODUCCION MULTIPLES O DE VENTAS DE PRODUCTOS MULTIPLES DADA LAS DIFICULTADES
DE ANALIZAR LOS STOCKS, VENDER SIN FACTURACION, EN “NEGRO”.
3.-CUANDO SE HACEN RESERVAS
O PROVISIONES PARA ACCIDENTES O ENFERMEDADES DEL PERSONAL, HACERLAS EN EXCESO
AUMENTANDO COSTOS SIN PASAR ESOS EXCEDENTES COMO GANANCIAS AL FINAL DEL
EJERCICIO.
4.-EN EL CASO DOS, AGREGAR
ADEMAS LAS DISMINUCIONES DE LOS STOCKS TANTO DE PRODUCTOS FINALES COMO DE LOS
MATERIALES Y OTROS DISMUNUYENDO ACTIVOS Y CONSECUENTEMENTE UTILIDADES.
5.-PODRIAMOS SEGUIR PERO
BASTAN ESTOS EJEMPLOS PARA CERTIFICAR NUESTROS DICHOS DE QUE, SIENDO LA
CONTABILIDAD MUY EXACTA, NO POR ELLO NO SE LA PUEDE ESTAFAR PARA PAGAR MENOS
IMPUESTOS.
6.-UN CASO PARTICULAR:
DESIGNAR VARIOS DIRECTORES COMO GERENTES DE MODO DE APROVECHAR LAS VENTAJAS DE
DISMINUIR LOS BENEFICIOS APROVECHANDO ADEMAS LAS VENTAJAS DE LOS MINIMOS NO
IMPONIBLES DE CADA UNO-
7.-OTROS
Jueves,
26 de julio de 2012