La
opinión pública es cambiante. Esos cambios se verifican a través de los
apoyos que esa opinión se expresa cuanto vota. O ante acontecimientos que la
conmueven. Un ejemplo, la Plaza de Mayo estuvo ocupada el 30 de marzo de 1982
por un nutrido número de personas reunidos con el objetivo de manifestar su
oposición al gobierno de la dictadura militar y, consecuentemente, fue reprimida
por las fuerzas del oficialismo; recordemos la “emotiva” foto de un policía
abrazando a una mujer que ejercía su derecho a protestar. A tres días de ello, cuando desde el balcón de la casa rosada se
anunció la invasión por parte del país de las islas Malvinas, la cosa cambió
radicalmente. ¿Con razón? Pero ello no niega sino que confirma los cambios de
opinión.
Irigoyen fue reelecto en
1928 por el voto de una arrasadora mayoría, dos años después 5000 cadetes lo
desalojaban de su cargo presidencial, cuando murió pocos años después la
ciudadanía acompañó su féretro transportándolo sobre sus hombros.
En julio de 1978, el jefe
de la cruenta dictadura al momento de que el equipo nacional se consagrara
campeón mundial Videla fue ovacionado por una delirante multitud. ¿Con razón?
Pero ello no niega sino que confirma nuestras afirmaciones.
Estos y algunos otros
ejemplos confirman que la ciudadanía responde con razones que los
sicólogos y sociólogos tratan de explicar según los más diversos análisis sobre
las motivaciones que van marcando las razones de esos cambios de opinión.
Pero, como en todas las
actividades y comportamientos humanos todas las conclusiones a las que puedan
arribarse son relativas, nunca leyes, habrá tantas opiniones de ese conjunto de
eruditos hoy denominados como intelectuales como tantos sean, quizás
exagerando, los opinantes.
Pasemos ahora a tratar de
explicar, desde nuestro punto de vista, algunos acontecimientos y conductas
actuales proyectándolos hacia el futuro.
En nuestro país, la derecha
nunca pudo alcanzar el gobierno salvo mediante los golpes militares, dejando de
lado el período anterior a 1916, años durante los cuales esa derecha se
expresaba sólo como resultado de su poder económico lo que le permitió poner en
marcha la ley de residencia, la semana trágica y los asesinatos de la
Patagonia.
Así fue expresándose a
través de un único partido político denominado Partido Conservador, siempre
negando su ideología real, rechazando la acusación de ser “la derecha”, y llegó
a ser importante por los resultados electorales, en algunas provincias del
interior, en la de Buenos Aires y, básicamente, en la hoy ciudad de Buenos
Aires. Claro que apoyada por “el fraude patriótico”.
Sintéticamente, podemos
asegurar que hoy día no existe en el país un partido político que acepte el
mote de ser de derecha. Y, sin embargo, mal que nos pese la DERECHA EXISTE.
Nuestra tarea es
desenmascarar sus maniobras y negaciones, que permanentemente niegan pertenecer
a esa orientación ideológica, y cuando se hace una denuncia, responden con sus
caras de falsos inocentes ¿quién, quienes, Yo? ¿Nosotros? Ud. está
equivocado.
Como ellos niegan ser de
derecha los que sentimos la obligación de combatirla tenemos la obligación de
identificarla.
Comencemos por considerar
la posición de esa derecha en el mentado tema del sistema democrático.
Cuando superada la etapa
histórica dominada por los reyes que poseían el derecho de gobernar era de
origen divino, y como resultado de la revolución americana y la francesa, se
instauró que ese derecho correspondía a los pueblos que deben ser convocados
periódicamente para elegir a sus representantes se estableció que ese
derecho es reconocido en favor de aquellos que, demuestran, mediante el voto,
la mayoría popular.
Claro que desde el momento
en su “invento democrático” existía una falla, ya que como sabemos ningún
crimen puede ser perfecto, sus inventores no previeron, o decidieron desde el
vamos que si ello sucedía tendría como respuesta rechazarlo y seguir
gobernando, que mediante ese voto general las mayorías populares podían
desalojarlos del poder.
Es decir, los pueblos
votando en contra de esa derecha obtenían las posibilidades de ser gobierno.
Entonces, inventaron una nueva condición. Si eso sucedía, esa derecha podía
recuperarlo acudiendo a los militares o fascistas para, y si esa alternativa no
era posible, como actualmente sucede en el país, sus teóricos inventaron una
teoría adicional tan válida para ello como la original con fallas, que sostiene
lo siguiente: según sus mentores reconocidos, como Mariano Grondona y el hijo
del escritor Vargas Llosas,
la actividad política,
incluida las posibilidades de acceso al poder, debe estar desarrollada por,
exclusivamente, dos partidos, que al poseer una imaginada y arbitraria posición
social tengan iguales posibilidades de alternarse en el poder electoral.
Claro que con una condición
básica y esencial, en el ejercicio del gobierno tienen por obligación respetar
el denominado status quo. Si algo se puede cambiar será porque en realidad ese
cambio no cambia nada, como sostuvo el conocida Lampedusa.
Por ejemplo, si el status
quo marca que no se debe poner trabas a la propiedad, no se puede dictar
ninguna medida que la afecte. Si ese status establece que hay una religión que
debe ser sostenida por el Estado, tampoco, si hay que considerar que el
homosexualismo debe ser destruido y atacado por la ley, menos. Si el Estado
pretende establecer modificaciones a las leyes fiscales gravando a los
poderosos, menos, como lo hizo Bush en Estados Unidos.
Y en tema de la seguridad,
ni hablemos, hay que reponer a las fuerzas armadas en el rol de la represión
interna, incrementar las penas y reducir a poquísimos años la inmunidad de los
menores, hay que hacer uso de la mano dura.
Por otra parte, como lo
demuestra el payaso que gobierna la ciudad de Buenos Aires, amparado por los
dominadores del poder económico y de sus aliados dueños de los medios de
comunicación monopólicos, hay que mirar para otro lado cuando se trata de
responder a sus disposiciones y leyes, y sobre todo vetos permanentes siempre
en contra de cualquier medida que pueda condicionar el ejercicio de su poder
absoluto, de lo cual estos vetos son un claro ejemplo de estas afirmaciones.
Hay que ser un hombre “fuerte” que ignora y desprecia todo límite.
Si la ciudad se inunda, no
tiene nada que ver, si se caen los edificios, tampoco, si el jefe de policía
Palacios está comprometido en los atentados a las sedes de los judíos, menos,
si visita prostíbulos no lo sabía, si lo que se veta, en general, son todas las
normas que la legislatura aprobó destinadas a favorecer intereses sociales,
niente de niente, se opone y mira para otro lado.
Y he elegido este ejemplo
que es la demostración de cómo actúa la derecha en su hombre más notorio, que
hasta guarda en sus antecedentes el de estar juzgado penalmente sin darle
pelotas a la justicia, que por otra parte también lo cubre, como lo hacen los
medios de información que tienen claridad en la importancia de elegir y
sostener contra viento y marea a su único candidato posible ya que todos los
restantes están liquidados, y a Binner no les tienen confianza a pesar de que
lo ayudan (y nosotros tampoco dado que está dedicado a ganar apoyo hacia el
centro derecha).
En fin, cuando Ud.
encuentre a un conciudadano que pide mayor represión para lograr mayor
seguridad, y cuando sostiene que mejor estábamos con el régimen militar, o que
hay que reprimir a todos los que protestan, que hacen de la democracia una
burla, que reclaman mayor respeto a la Constitución en tanto ellos
quieren imponer su supresión real, que manejan estas nuevas ideas de que las
mayorías no pueden ni tienen derecho a cambiar nada sino solamente respetar el
pasado entienda que esos personajes son la Derecha y que esa derecha va a
defender sus intereses de cualquier manera, usando cualquier artificio tratando
que no se le vea “la pata a la sota” en el decir popular.
En realidad lo que ocultan
es “el huevo de la serpiente”, en el decir del director de cine sueco.
No se equivoque nunca,
porque si lo hace en su pecado estará la penitencia, y… ¡QUÉ PENITENCIA TIENE
ESA DERECHA PARA APLICARLE SI RECUPERA EL PODER!
AJUSTE, REPRESIÓN,
CONCENTRACION DE LA RIQUEZA, EDUCACIÓN PARA LOS RICOS, SALUD PARA LOS
PODEROSOS.
Los que crean que estamos
exagerando comprueben estas verdades observando lo que sucede en el mundo
actual en el cual la DERECHA impone sus planes.
Sábado, 4
de febrero de 2012