El
título de este desarrollo que creemos valioso para realizar, con la opinión de
todos, es el producto de haber tenido el pesar de haber oído en la noche del 7
de febrero de 2011, en una entrevista de la TV, canal 11, una insólita,
desorbitada y extravagante opinión de un argentino que posee valiosos premios y
distinciones como escritor, Caparrós, que lo sitúan desde ya, en los verdaderos
enemigos de su propio país, con el agravante de que esas opiniones son solo el
producto de su arrogancia personal, su auto-consideración de superioridad
insultante, de solo su deseo de agraviar, a los solos efectos de destacarse emitiendo ideas y afirmaciones
que nos obliguen a hacer estos comentarios, aun cuando les sean críticos y
desfavorables.
Es, en definitiva una forma de destacarse, se hacerse el notable, de
querer aparecer como diferente, lo que, basado en su arrogancia y estupidez, le
dan patente de distinguido, cuando en realidad, solo le otorgan la condición de
imbécil.
Sintéticamente, y mediante
la utilización de argumentos incorrectos y forzados, el citado papanatas afirmó
que Argentina no posee razones evidentes y objetivas para considerar que las
Malvinas nos pertenecen.
Burro como los burros atados a la Noria, que no advierten que giran en
círculos infinitos y por lo tanto interminables , Caparrós respondió
cumplidamente al medio de información, o mejor dicho de desinformación que bien
le paga, y si no le paga bien es debido a que ese pago forma parte de que lo
exhiban en la pantalla televisiva como un prohombre de la cultura nacional que
puede dictar lecciones de súper dotado elevado a una falsa categoría de hombre
superior, cuando en realidad no puede superar la condición de un pigmeo.
Qué dijo Caparrós:
ignorando las resoluciones dictadas por las Naciones Unidas y el reconocimiento
de todos los países sudamericanos, que los hechos históricos sobre los cuales
funda la Argentina sus reclamos de pertenencia son banales, auto inflados y
hasta falseados, cuya veracidad no supera los argumentos de Inglaterra y hasta
quizás, los de cualquier otro país que hubiera tenido las mismas aptitudes de
apoderamiento.
Ignoró, a sabiendas, que la ocupación de las Malvinas
efectuado por la potencia dominante en el momento en que se produjo, 1833,
obedeció no a un hecho o decisión ocasional, sino un verdadero plan elaborado hacia el futuro,
como hoy lo comprobamos. Porque toda potencia auto proclamada para dominar el
mundo, obra mediante la elaboración de planes a largo plazo, de modo tal de que
el mundo siga el rumbo que esa potencia le dicta, acertando cumplidamente en
sus predicciones. Una potencia con destino de dominio para lo cual tiene que
prever ese futuro tal como lo necesita para seguir al frente, y que cuando por
circunstancias inevitables no pueda ser así, aliarse con la potencia
reemplazante, en este caso Estados Unidos
para continuar juntos una misma acción de dominio.
Así lo demuestran los
hechos actuales en los cuales Inglaterra y su reemplazante EEUU ejercen
acciones de apoderamiento de las zonas con existencias de petróleo, o como en
el caso de las Malvinas del agua del futuro al margen de las dudas actuales de
ser también una reserva natural del mencionado
combustible.
Así actúan al unísono, cada
uno con su poder actual para dominar el mundo del futuro lo que determina que
en tanto las Malvinas sigan incluidas en los planes a largo plazo de ambas
potencias seguirán en manos ajenas, como ya sucedió en 1982.
Este razonamiento de los
anticipos que las potencias realizan a muy largo plazo para continuar en ser
los dueños del mundo, se ejemplifica adecuadamente con el denominado Consenso
de Washington que elaborado desde mucho antes apuntó y lo obtuvo, la reposición
del plan liberal en los años 70, sacando del arcón a personajes como Reagan y
la Dama de Hierro, plan que, afortunadamente, fue derrotado en estos últimos
años por la mayoría de los países sudamericanos, entre los cuales se destacó
Argentina.
¿Quién puede ser tan
estúpido para creer que esos planes para dominar o mejor dicho seguir dominando
el mundo surgen de alguna cabecita aislada que repentinamente los piensa y pone
en marcha?
Caparrós, ignora todos
estos argumentos o lo oculta para sostener su tesis que los transforma en un
idiota útil de la derecha argentina, lo que hace un peligroso defensor de los
enemigos de su propio país al otorgarle ventajas a los países dominantes.
Con el aditamento final de
que recordando viejas simpatías y coincidencias con sus escritos y posiciones
reconocemos en este personaje niveles intelectuales que, ante sus posiciones
actuales, lo hacen mucho, muchísimo más culpable de sus dichos. Y como hizo
EEUU con los residentes japoneses en su país cuando la guerra con Japón, habría
que ponerlo a resguardo para que no formule semejantes argumentaciones.
Miércoles,
8 de febrero de 2012